lunes, 9 de diciembre de 2013

Algunas frases para meditar...

 



 


 


 

Una imagen vale mas que mil palabras...

La tecnología en nuestro mundo...


 Los niños y el hábito de la lectura.

Educación Romana.


La educación en Japón.



Sistema educativo de Japón.
En Japón, la educación es obligatoria para los niveles de primaria y secundaria. Prácticamente todos los alumnos pasan al bachillerato, el cual es voluntario y los estudiantes pueden elegir 4 asignaturas que les ayude realmente en su proyecto de vida. La mayoría de los estudiantes asisten a escuelas públicas hasta la secundaria. El sistema educativo japonés jugó un importante papel durante la recuperación y rápido crecimiento económico durante las décadas posteriores al fin de la Segunda Guerra Mundial. Tras este conflicto, la Ley Fundamental de Educación y la Ley de Educación Escolar fueron proclamadas en 1947, bajo la dirección de las fuerzas de ocupación. La última ley definió el sistema escolar, mismo que aún prevalece hasta la actualidad: seis años de educación básica, tres de secundaria, tres de bachillerato y entre dos y cuatro años de educación superior.

 
La educación anterior a la educación básica se proporciona en el preescolar y guarderías. Guarderías, tanto públicas como privadas, reciben a niños de más de un año y de hasta cinco años. Los programas para aquellos entre tres y cinco es similar al del preescolar.

Educación en la sociedad japonesa.
La cultura japonesa (y sus tradiciones) suelen superponer las expectativas, metas y objetivos de la sociedad misma antes que los de los individuos. La escolarización también pone énfasis en la diligencia, la auto-crítica y la buena organización en los hábitos de estudio de los estudiantes. Existe una creencia generalizada de que la perseverancia y el trabajo duro llevarán al éxito en la vida. La mayoría de las escuelas públicas están evocadas parcial o totalmente a la enseñanza de valores morales, actitudes y en el desarrollo de la personalidad-carácter, con la esperanza de formar a una sociedad tanto en valores como en educación que cumplan con las expectativas de los valores tradicionales japoneses y acaben con el analfabetismo.
  Típico uniforme escolar del nivel superior-medio japonés.
Al mismo tiempo, las proezas de la educación de la sociedad nipona están muy por encima de los estándares internacionales.
Los estudiantes japoneses constantemente están superando y aumentando posiciones en los rankings mundiales, y se encuentran cercanos a los primeros puestos en la mayoría de los exámenes matemáticos en los que participan.

El sistema educacional nipón se caracteriza por una fuerte matriculación de alumnos y de su continuidad a lo largo del mismo.
Un examen inicial, especialmente durante el nivel universitario, obliga a los estudiantes a contar con mayores conocimientos que antes para poder superarlos.
La estructura educacional japonesa no solo consta exclusivamente con colegios de tipo público financiados por el gobierno, la educación privada también forma una parte importante de este sistema, y no deben ser tomadas a menos, ya que las universidades privadas (que cuentan con un nivel de exigencia académico menor) agrupa a la mayoría de estudiantes de este nivel educativo.
Una gran parte de los niños empiezan su educación asistiendo a jardines pre-escolares, a pesar de que éstos no son parte del sistema educativo oficial.
Este sistema, por su parte, provee una educación de alto nivel académico, además de gratuita a los niños de entre 6 a 15 años.
Las escuelas de nivel secundario, que agrupan a estudiantes desde los 15 a los 18 años, suelen contar con el 94% de los estudiantes que completaron previamente el nivel primario, a pesar de no ser este nivel obligatorio.
Cerca de un tercio de todos los graduados en el sistema educativo secundario japonés entran al nivel terciario, para obtener algún título universitario, o bien a otras instituciones para complementar su educación.

Tradicionalmente Japón supo contar con un sistema educativo de alto nivel y rendimiento, acorde a sus estándares sociales, los cuales impulsaron a este sistema a proporcionar una alta exigencia a sus alumnos, pero también a lograr que éstos salieran adelante con gran éxito. En la actualidad, la situación ha cambiado, ahora las escuelas, universidades y otros centros educativos (tanto públicos como privados) compiten por atraer a los jóvenes (que debido a la escasa tasa de natalidad del país escasean), teniendo que bajar, para lograr sus objetivos y seguir funcionando, las exigencias y los niveles de sus exámenes de ingreso.

 

Las aulas se encuentran vacías si se compara al número de estudiantes con la capacidad que éstas tienen. En los centros de educación públicos, escuelas que fueron construidas para albergar a 1.000 estudiantes, algunas veces no llegan a tener ni un tercio de ese número. Desafortunadamente, esto no se compara a los tamaños de las aulas, las cuales suelen acomodar normalmente a entre 35 a 45 estudiantes cada una.
 


Bibliografía

wikipedia, F. (22 de 10 de 2013). wikipedia. Recuperado el 08 de 12 de 2013, de wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Educaci%C3%B3n_en_Jap%C3%B3n




Sistema educativo en Japón.


Video sobre los métodos de enseñanaza


Tu que piensas?

Nunca te rindas...


Tipos de alumnos.


Clases de alumnos que te puedes encontrar en un aula.

La pregunta sería… ¿Qué clase de alumno eres tú?    

EL ENEMIGO.
Problema: Contradice al profesor sistemáticamente y, a menudo, sin tener razón. Cuestiona el liderazgo del profesor.
Acción del profesor: Pedirle que deje hablar a los demás. Pedir a los Cooperadores que opinen sobre el comentario del Enemigo. Darle la razón cuando la tenga.

FALTA DE BASE.
Problema: Pregunta aspectos que ya se dan por sabidos y hace perder el tiempo al resto del grupo.
Acción del Profesor: Comentarle que en el descanso se hablará con él. Proponerle tareas al margen del resto de la clase. Eventualmente proponerle que deje el curso.

PAYASO.
Problema: Exceso de bromas que hacen perder el tiempo y desconcentran al grupo.
Acción del profesor: Ignorarlo. Poco a poco se dará cuenta de que se está “pasando”.
DESINTERESADO.
Problema: Se pone a leer el periódico, a hablar con el compañero o a dormir.
Acción del Profesor: Ignorarlo, pero preguntarle en el primer descanso qué problema tiene.
COOPERADOR.
Problema: Si el profesor se apoya demasiado en él, puede enfrentarlo con el resto del grupo.
Acción del Profesor: Apoyarse en él cuando actúa el Enemigo, el Payaso, el Monopolizador o el Sabio.

MONOPOLIZADOR.
Problema: Pregunta continuamente sin dejar hablar al profesor y haciendo perder el tiempo con cuestiones marginales.
Acción del Profesor: De forma pausada, dejarle que también deje hablar a los demás.

SABIO.
Problema: Quiere que se vaya más deprisa. Lo sabe todo. Interviene continuamente y rompe los esquemas del profesor.
Acción del Profesor: Recordarle los objetivos del curso y el método pedagógico. Pedirle que también deje hablar a los demás.
LÍDER.
Problema: El grupo está muy pendiente de él. Si es positivo, es muy cooperador. Si es un Líder negativo, puede perjudicar la marcha del programa.
Acción de Profesor: Reconocer su liderazgo y proponerle tareas que le hagan cooperar de manera positiva; “metérselo en el bolsillo”.

SEGUNDO DE A BORDO.
Problema: Sigue ciegamente al Líder.
Acción del Profesor: Conseguir que el Líder sea Cooperador.

OVEJA NEGRA.
Problema: El grupo es cruel con él, ya que es el objetivo de menosprecios y bromas.
Acción del Profesor: Intentar valorarle ante los demás.

ANTAGÓNICOS.
Problema: Se enfrentan entre ellos en clase.
Acción de Profesor: Explicar que su actitud es un poco infantil y poco útil para el grupo.

DISCUSOR.
Problema: Le encanta discutir y, a veces, pasa al “ataque personal”. Desvía la atención y crea tensiones.
Acción del Profesor: Replantear la discusión englobando aportaciones del grupo. No perder la calma, no caer en su táctica.

OBSTINADO.
Problema: Quiere tener siempre la razón. No escucha e impone su opinión. Aquel que discrepe será automáticamente su “Enemigo”.
Acción del Profesor: Intentar que acepte aspectos parciales. Formular su opinión y replantearla al grupo. Mostrarle (a solas) el peligro que conlleva su actitud.

TÍMIDO.
Problema: Li falta seguridad, tiene miedo a los demás. Presta atención pero evita participar.
Acción del Profesor: Invitarle a participar: hacerle preguntas directas y sencillas, reforzar sus respuestas y motivarlo.

MUDO VOLUNTARIO.
Problema: No participa porque se sobrevalora. Muestra desprecio al grupo y un aire autosuficiente. Tiene posturas cercanas al Tímido.
Acción del Profesor: Hacerle preguntas directas Evitar que actúe de Juez, sometiendo sus Juicios al grupo. Demostrarle que él también puede aprender.

DISTRAÍDO.
Problema: Vive en las nubes. Se distrae y distrae a los demás. Interviene con cosas que no tienen nada que ver con lo que se está haciendo. Distorsiona al grupo.
Acción del Profesor: Controlarle, mirándole con frecuencia. Hacerle preguntas directas. Forzarle a matizar.

 

Bibliografía

Marianitu. (09 de 08 de 2009). Recuperado el 03 de 12 de 2013, de Marianitu: http://marianitu.com/2009/08/09/clases-de-alumnos-que-te-puedes-encotnrar-en-una-aula/